domingo, 15 de junio de 2014

¿Me implico emocionalmente en los conflictos?

Relacionado con las emociones… qué difícil es acertar al intervenir en un conflicto que surge en el parque con tu hijo.

¿Qué hago le ayudo y regaño al niño? Hago como que no veo nada… Y que lo resuelva él aunque le cueste un llanto o incluso un empujón. ¿Hablo con los papás?

Cómo en casi todo no existe una respuesta adecuada, lo más importante es no hacer siempre lo mismo para que el niñ@ no se acostumbre a que, o bien  le ayudamos siempre y así no saca su carácter, o por el contrario se queda siempre con la frustración de que no consigue salirse con la suya y además se siente solo.

En cuánto a tratarlo con los papás de los otros niños, ¡es un tema delicado! Puede que el problema se agrande y que la reacción empeore las cosas y al fin y al cabo son cosas de niños… por lo tanto os sugiero que ¡esta sea la última opción!

En definitiva, la resolución de conflictos de cualquier índole y a cualquier edad pone de manifiesto nuestra autoestima, confianza y empatía, por lo que si nuestro hijo tiene bien desarrolladas estas habilidades podrá gestionar los problemas de forma resolutiva y eficaz.

¡De ahí la importancia de hablar de emociones!